viernes, 17 de septiembre de 2010

De chuponeos y chuponeados

Estos días han sido un poco de locura. La campaña electoral sí que quita tiempo. Y como no podía ser de otra manera... la campaña sucia se coló hasta en el más escondido rincón de la ciudad. Carteles rotos, insultos, mentiras, trapitos al aire, filiaciones escondidas, pactos bajo la mesa, tránsfugas, pateadas de tablero y hasta chuponeo. Y claro, nada de eso sería posible sin la gentil y fina colaboración de la prensa local ¿no?

El sacudón electoral de la semana fue un audio en el que una candidata se atreve (vaya osadía) a decir en una conversación privada con un viejo amigo (sin hablar de la calidad del amigo porque me da dolor de estómago) que ya estaba harta de la guerra sucia y que si por ella era podían meterse su alcaldía al poto, así con todas sus letras.
Los golpes de pecho vinieron después. Ohhhh la inmoral Lourdes que se atrevió a decir en privado una cosa así. Personalmente yo he dicho cosas peores en un momento de frustración, y que tire la primera piedra quien nunca haya tenido alguna reacción similar en la privacidad de su hogar. ¿En qué estaba? Ah sí, la reprochable candidata que también había sabido soltar ajos y cebollas.

A la noche siguiente un poco ético periodista justificaba su decisión de difundir el audio porque se sintió en la obligación moral de hacerlo porque, a su "entender", era información que le pertenece al elector. ¿¿¿¿Perdón????

Hasta donde sé, una rabieta en la privacidad de tu casa no constituye un delito, fuera cual fuera el motivo. El delito, o mejor dicho, los delitos están en: 1) Pagar por el chuponeo 2) Chuponear y 3) Difundir el audio obtenido ilícitamente.
Yo no sé si el periodista en mención tiene conciencia que al difundir el audio se hacía cómplice de los chuponeadores. Además, no tenía ninguna obligación moral de difundir nada. En el audio no queda en evidencia ningún negociado, ninguna alianza, ningún arreglo, no hay malversación de recursos ni nada que pudiera afectar los derechos ciudadanos.

Que la candidata haga un berrinche en su casa, conversando con su amigo no la descalifica. Ahora, que ella tiene sus cosas y ha cometido otros errores, sí, y muchos. Ya aprenderá que en la vida no se pone las manos al fuego así no más por nadie.

Igual pienso votar por ella. No porque crea que es la mejor opción, - mi mejor opción tiene 1% en las encuestas - sino porque es la única salida que veo para que no gane la "tía buena gente" a la que sus rojos aliados se han de comer con zapatos y todo cuando se sientan con poder. Y porque si la "tía buena gente" gana, ya veo a varios rojos y rabanitos, o peor aún, a varios chinitos y sus secuaces, celebrando su triunfo en las elecciones del próximo año. ¡Tatito!

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